Por Daily Sánchez Lemus
A los muchachos del 13 de marzo y a quienes aprendimos junto a esa cabina…
Amanecer en un estudio redacción a las 3:30 de la madrugada parecía una herejía contra recién graduados que queríamos comernos el mundo y solo después aprendimos y comprendimos el valor de despertar antes que todos, saber y escribir para informar al pueblo a las 6:30 am con la Revista Buenos Días.
Lo cierto es que si algo nos hacía pensar y sentirnos comprometidos, era cuando en el centro de aquella redacción nos recibía la cabina de Radio Reloj de aquel 13 de marzo de 1957. Allí, intactos los relojes, el micrófono, el mapa…. Ninguna madrugada ni sueño tardío superaba el instante de conmoción ante aquello que parecia común pero era el alma joven que cada mañana nos señalaba el periodismo que tocaba y toca hacer por nuestro país y su revolución.
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