En los últimos días han surgido escritos en la red que plantean una visión crítica de la solidaridad y del internacionalismo cubano, haciendo énfasis en el ¨costo¨ social y familiar que estos significan.
Esos textos me han recordado el día en que las FAR nos entregaron el armamento con el que filmaríamos las escenas de la teleserie La Otra Guerra, abrir aquellas cajas fue como tener en las manos una parte de la Historia de Cuba.
Algunos de los fusiles FAL belgas que utilizamos fueron ¨esos mismos fusiles¨ de ese día de Abril del 1961 en la esquina de 23 y 12. Llevaban impreso en el metal nuestro escudo nacional. Pero otros venían de todas partes: de la guerrilla venezolana, de la lucha sandinista en Nicaragua, otros capturados en Angola.
Uno especialmente llamó nuestra atención, llevaba en su culata de madera una curiosa inscripción, de un lado…
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