
El miembro del Buró Político del Partido y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció en su cuenta en Twitter que «el cierre del Consulado de EE.UU. en La Habana, el traslado de sus servicios hacia terceros países y la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano de 1966, atentan contra una migración segura, ordenada y regular».
«La decisión política de EE.UU. cuesta vidas humanas», recalcó.
Ante las trágicas consecuencias del reciente naufragio en las cercanías de la costa sur de Estados Unidos, con un saldo de dos personas muertas y otras diez que aún se hallan desaparecidas, Ernesto Soberón Guzmán, director general de Asuntos Consulares y Atención a Cubanos Residentes en el Exterior de la Cancillería de la Isla, envió sentidas condolencias a los familiares y amigos de los fallecidos, según reporte de Cubadebate.
Asimismo, reafirmó la voluntad del país de garantizar una migración regular, ordenada y segura, en virtud de los acuerdos firmados entre Washington y La Habana.
«Estados Unidos debería actuar de la misma manera, en aras de evitar más víctimas mortales», subrayó.
El cierre del Consulado de EEUU en La Habana, el traslado de sus servicios hacia terceros países y la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano de 1966 atentan contra una migración segura, ordenada y regular.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) May 31, 2021
La decisión política de EEUU cuesta vidas humanas.
El jueves pasado, la Guardia Costera de Estados Unidos informó sobre el rescate de ocho personas y dos cuerpos, en un naufragio cerca de Key West, en el Estado de Florida.
Los sobrevivientes, que intentaban llegar desde Cuba hasta las costas estadounidenses, indicaron que otras 10 personas habían desaparecido luego del incidente, ocurrido el día anterior.
A inicios de 2018 la administración de Donald Trump cerró su consulado en La Habana, como reacción a unos supuestos ataques sónicos sobre los que no existen evidencias científicas, según las investigaciones realizadas.
Como parte de la escalada de su política enfermiza contra la Isla, en marzo de 2019 Washington anunció además una reducción del tiempo de validez de la visa B2 de cinco años a tres meses para los ciudadanos cubanos, con una sola entrada.
La medida se sumó a la interrupción injustificada de la entrega de visados a los cubanos, obligándolos a viajar a terceros países sin garantía alguna de otorgamiento, y al incumplimiento de la cuota de visados establecida por los Acuerdos Migratorios.
Paradójicamente, se mantiene vigente la Ley de Ajuste Cubano de 1966, la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en todo el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio.
Ello provoca, además de los viajes ilegales por mar, que muchos cubanos salgan de la Isla de manera legal hacia diferentes países de América Latina, para llegar a territorio de Estados Unidos, una travesía en la cual se convierten en víctimas de traficantes y de bandas delincuenciales.
Tomado de Granma