Moscú, 5 dic (Prensa Latina) La Orquesta Simón Bolívar muestra cartas credenciales en Rusia, al presentarse hoy en el teatro Mariinsky, de San Petersburgo, para dejar deleite y furor por las composiciones y el virtuosismo latinoamericano para interpretar música clásica.
Ya el proyecto va a cumplir 45 años y ese sistema cambió mi vida. Soy de un pueblo, Sebastián de los Reyes, con solo dos calles, y desde que entré a la orquesta mi vida cambió, pues aparte de lo musical te enseña los valores, a no olvidar las raíces y de dónde vienes, apuntó.
Cuando entras a una orquesta, llegas a una nueva familia, todos somos importantes, no importa tu estatus social. Ahí todos van con un propósito que es la música, para que una sinfonía o un concierto suenen lo mejor posible, confesó Vázquez en su camerino, en la capitalina sala Zariady.
Además, buscamos que el nombre de la orquesta y del país estén bien representados y que digan: bueno en Venezuela no solo hay petróleo o chicas bonitas, sino también buenas orquestas y músicos, formados por muchos años en el referido sistema, comentó el director.
Cada semana tenemos programación regular en Venezuela. Tocamos varias orquestas y nuestros conciertos son gratuitos, es solo recoger las entradas minutos antes y asistir al concierto, explicó Vázquez, quien ayer dirigió una presentación en la referida sala, cerca del Kremlin.
De esa forma, las personas educamos y atraemos a nuevo público que nunca tuvo acceso a la música, declaró el artista, quien en esta urbe presentó obras del venezolano Paul Dosenne (Hipnosis Mariposa), del cubano Julian Orbón (Tres versiones sinfónicas) y de Piotr Chaikovsky.
Vázquez recuerda que el sueño del maestro José Antonio Abreu fue crear en cada rincón de Venezuela un coro, y desde 1975 hay un millón de niños inscritos en el sistema, no solo en la música clásica, sino en la popular y latina, declaró el artista suramericano.
Precisamente, por esa labor, muchas organizaciones le dieron premios a la orquesta y ya formamos parte del sistema de la Unicef, acotó.
Además, el sistema de orquestas venezolanos fue inspiración para otros países de América Latina. Muchos estados trataron de poner en práctica el esquema venezolano de formación de orquestas, señaló el director.
No solamente tocamos música clásica, sino también la popular y damos conciertos de salsa sinfónica. Una vez Gustavo Dudamel hizo un concierto en Venezuela con Rubén Blades y yo hace unos años hice otro en ‘Héctor, la voz’ sinfónico, con un muy buen imitador de nuestro país, afirmó.
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