Por M. H. Lagarde. Sin temor a poner en peligro, por aquello de los supuestos “ataques acústicos”, la salud de sus mercenarios, este martes, la embajada de Estados Unidos en La Habana, acogió en su sede a treinta contrarrevolucionarios para que presenciaran y debatieran, vía videoconferencia, la llamada campaña “JailedforWhat?” (Encarcelado ¿para qué?) presentada por Kelley E. Currie, representante estadounidense en el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, en Nueva York.
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