LOS PAYASOS
Siempre resulta grato presenciar esperpentos teatrales en mitad de las calles, con actores y actrices espontáneos y muy verosímiles en sus papeles de penitentes/as arrepentidos/as. Tal vez es que se han pasado el año pecando como demonios o arpías televisivas.
Siempre me he preguntado acerca de la capacidad de autohipnosis que distingue a esos millones de personas, dispuestas y entrenadas cada año, por estas fechas, no solo a exteriorizar un presunto amor, devoción y éxtasis ante las imágenes religiosas del catolicismo más sangriento, sino a flagelarse como buenos masoquistas.
Siempre quedé petrificado ante los desfiles de la Legión, abrazados y entregados al noviazgo con la Muerte, llevando a Cristos crucificados a ritmo de tam tam, con cabra y sin cabra, mientras cientos de fieles encapirotados prestan a esa larga ceremonia toneladas de aire tétrico.
Siempre me he divertido enormemente ante las esplendorosas escenas de mujeres y hombres, en…
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