Fracasadas sus anterioresintentonas golpistas bajo las distintas modalidades de la guerra irregular, no convencional o asimétrica –desde el fallido golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez hasta la ofensiva encubierta del Comando Sur del Pentágono de abril-junio de 2017 que adquirió modalidades propias de una guerra híbrida, pasando por las violentas guarimbas de 2015-16−, la administración Trump ha decidido acelerar una nueva fase de desestabilización de Venezuela, tendente al derrocamiento del gobierno constitucional y legítimo de Nicolás Maduro. Ahora, bajo la pantalla de una intervención humanitaria multilateral en el contexto de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Descartada en el corto plazo una invasión militar directa por el alto costo en vidas humanas que acarrearía, la Cumbre de las Américas, programada para los próximos días 13 y 14 de abril en Lima, Perú, es el nuevo escenario elegido por la troika de generales que controla la…
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