En la víspera del cierre de gobierno estadounidense del pasado 20 de enero, los bandos – demócratas y republicanos- alcanzaron un acuerdo que garantiza los poderes de vigilancia de la NSA hasta el 2023. Citamos a The Intercept:
“Veintiún demócratas y un independiente se unieron a los republicanos para volver a autorizar la Sección 702 de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera, que permite a la Agencia de Seguridad Nacional recolectar cantidades masivas de las comunicaciones de los estadounidenses sin una orden judicial.”
Para que se entienda: no podían ponerse de acuerdo sobre el presupuesto de la nación, pero sí le otorgaron a la administración Trump el poder de obtener las conversaciones de ciudadanos estadounidenses sin una orden de tribunales. No hubo escándalo. Los medios callaron y la sociedad –por decepción o ignorancia- resigna cada vez más sus libertades, su autonomía y la intimidad.
Un estudio realizado…
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