Si el dinero que se paga a los manifestantes -a través de la oposición política-, para que participen en acciones violentas, está permitiendo que las guarimbas que a diario siembran de muerte y destrucción las calles venezolanas se prolonguen indefinidamente en el tiempo, el consumo de drogas les garantiza la agresividad con la que actúan. Un terror que no se detiene –siquiera- ante un hospital infantil.
Según publica el diario local Ciudad CCS que circula en el área Metropolitana de Caracas el general de Brigada José Castillo, el presidente de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) denunció que la oposición venezolana facilita a los participantes en las acciones violentas Captagon, una droga similar a que ingieren los huestes del grupo terrorista Estado Islámico.
De acuerdo con la información dada a conocer, durante una actividad de capacitación de la ONA a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana en el área de…
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