En un artículo titulado “Obama: esto no es fácil”, el analista de la cadena CNN en Español Jorge Dávila Miguel apuntaba varias hipótesis sobre la reciente reunión del presidente de EEUU con la llamada “disidencia” cubana, en su Embajada de La Habana.

Dávila dice que aquel encuentro no fue nada edificante. Aunque nadie sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó, porque la Casa Blanca parece haber convertido en secreto de Estado aquella reunión.
Entre los rumores, se comenta que aquello acabó en la habitual refriega entre familias de mercenarios, pagados –como se sabe y es probado- por los fondos federales de EEUU. La mayoría de los que allí estuvieron, además, se oponían a la propia visita de Obama, siguen apoyando el bloqueo a su país y respaldan las tesis más extremas de la ultraderecha de Miami. Es el caso de las Damas de Blanco.
Ante aquella incómoda situación, dicen que el propio Obama se ofreció como moderador. Pero que, como nadie le hacía caso, acabó diciendo a la funcionaria Susan Rice la frase cubana que más le gusta: “¡esto no es fácil!”
Desatadas las especulaciones y los rumores sobre la citada reunión, atizados por la propia censura oficial norteamericana, ¿se verá obligada la Casa Blanca a publicar la grabación que tiene sobre aquel encuentro? ¿O habrá que esperar 40 años para que desclasifique lo que ya parece un secreto de Estado?
Tomado de Kaosenlared