
Doctor Eusebio Leal, director de la Oficina del Historiador de La Habana
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A propósito de la inminente visita a Cuba del Papa Francisco fue interés de la emisora Radio Reloj conversar con el Doctor Eusebio Leal, director de la Oficina del Historiador de La Habana. El tema central sería, en un inicio, la arquitectura religiosa de la capital cubana. Sin embargo, la personalidad del Sumo Pontífice, su historia personal y de la orden católica a la que pertenece, la significación de su visita a Cuba, luego que los dos Papas que le precedieron también visitaron La Isla, y la religiosidad de los cubanos fueron asuntos que tomaron un carácter preponderante, en la medida en que fuimos concibiendo la entrevista. Luego, la conversación marco el camino. El verbo de Eusebio Leal trazaría las pautas. Las preguntas quedarían casi colgando, o terminadas con puntos suspensivos, ante un interlocutor que adivinaba los rumbos de las periodistas….
Háblenos de la significación de la visita del Papa Francisco, luego que los dos que le precedieron también visitaron Cuba.
Es una cosa muy singular y muy importante. Tres pontífices sucesivamente y tres de los más importantes de la historia moderna. Juan Pablo II y la significación que tuvo su pontificado. Era un hombre muy carismático y figura que logró aglutinar y reunir en torno a él el más variado espectro. Recuerdo que su visita estuvo rodeada de muchas expectativas. Sin embargo, yo creo que fue una visita magnífica. El recibimiento del compañero Fidel y también del compañero Raúl en Santiago de Cuba y todas las peculiaridades y circunstancias de cada territorio. Las palabras del Papa en cada sitio tuvieron una gran importancia para Cuba y para la Iglesia y también para los creyentes y no creyentes.
Posteriormente la visita de Benedicto Xl. Era un Papa intelectual, no solamente un gran apologista como su antecesor, un gran teórico como su predecesor, sino que era también un profesor universitario, un hombre de pensamiento. Era un teólogo, un hombre de la tradición, pero que posteriormente de su visita a Cuba realizó uno de los actos más valientes que puede realizar un dirigente, que es, voluntariamente, cuando ve que declina su capacidad de controlar una situación, dejarla. Él lo hizo y dejó a la Iglesia en ese sentido un legado. Y apareció lo absolutamente inesperado: un Papa latinoamericano, un Papa argentino, un ser humano con una trayectoria interesantísima como un hombre modesto, como un hombre de la periferia, como un sacerdote de los pobres, como un predicador valiente de la verdad en una dictadura opresiva como fue la dictadura militar argentina, y posteriormente en la reconstrucción moral de un país herido y que aún se recupera de esas heridas.
Y a partir de su elección comienza la ruptura de algunos esquemas que va rompiendo uno tras otro y se va haciendo muy reveladora su vocación. En primer lugar la decisión de tomar el nombre de Francisco, sin mayor atributo. Es decir, Francisco primero no, Francisco. Si tiene un mentor es San Francisco de Asís o San Francisco Javier. Es también el primer Papa de la Compañía de Jesús, creada por San Ignacio de Loyola que fue un soldado, un soldado herido en el sitio de Pamplona y que al ver su pierna herida, siendo un caballero presumido, su pierna mal soldada, decide que se la rompan de nuevo para enderezarla. Un hombre de carácter, que en su momento, y después de su retiro en la Cueva de Manresa, decide dedicar su vida a la Iglesia y a la Fe, frente al fenómeno que fue la gran reforma dentro de la Iglesia. Es decir, un cisma dentro de la Iglesia. Un cisma él solo hasta ese momento.
Entonces crea una Compañía. El carácter militar de la empresa está evidenciado: una compañía. Un pequeño grupo que forma con sus amigos y que va a tener una trascendental historia en la Iglesia. Primero por el espíritu agresivo de la compañía en cuanto a su labor apostólica, segundo por la visión social de su carácter. Se evidenció en el proyecto más avanzado que existió en el continente americano antes de las revoluciones liberadoras, que fueron las reducciones jesuíticas. Hay una película, La misión, que retrata dramáticamente lo que fue aquello, es decir la educación, la preparación cultural que se les daba a los indígenas y cómo fue aplastado aquel proyecto. La compañía expulsada de todos los reinos de España, incluyendo Cuba, su refugio en la Rusia de Catalina la Grande. El papel de los jesuitas en ese momento que va desde el padre Viscardo y Guzmán, el ilustre mentor de la independencia americana, el gran peruano, hasta el padre Ellacuría y sus compañeros sacrificados en el Salvador por la tiranía salvadoreña. De esa tradición bebe Francisco, y, por ende, uno de sus primeros actos fue reconocer a Arnulfo Romero, que era el símbolo en este continente de la teología de la liberación, y que en gran medida fundamentó ese espíritu planteado por Fidel en la conversación con los sacerdotes en Jamaica y posteriormente en otras comparecencias, por ejemplo, cuando inaugura la escuela en el campo con el nombre del padre Camilo Torres. Luego lo manifiesta en sus diálogos con Frey Betto, escrito en su libro o no, de que era imposible una revolución latinoamericana sin los cristianos, sin el pensamiento cristiano avanzado, que fue el pensamiento del Padre Gutiérrez, de Leonardo Boff, de Frey Betto, de los hermanos cardenales en Nicaragua, del Padre Descoto al que recordamos dirigiendo la Asamblea General de Naciones Unidas y su posición extraordinaria hacia Cuba. O el Padre Sardiñas en Cuba, que fue el primer sacerdote que vistió en este continente el uniforme de un ejército de liberación y alcanzó grados de Comandante, otorgados por Fidel.
El Papa Francisco es un hombre que ha manifestado su aborrecimiento a la guerra, su justicia hacia los pobres; sitúa la iglesia de cara al mundo de los pobres. Es el hombre que recibió a Raúl en el Vaticano como antes Juan P había recibido a Fidel. Pero esa escena final cuando se despiden, que el Papa le dice: “rece por mí”, Y Raúl le responde: “rece usted por mí”. Y el Papa le responde: “eso lo hago todos los días”. Esa visita es muy importante para Cuba, para los cubanos, para los cristianos, católicos y de otras denominaciones, para los creyentes y no creyentes. Porque en este país, afortunadamente, existe paz social, y afortunadamente existe concordia entre las ideas religiosas y la vocación política de cada cubano. Una cosa es la Fe y otra la ideología. No tienen por qué estar contrapuestas. Son como dos líneas del ferrocarril. Es lo que yo creo.
Ya usted se refirió a que el mismo Fidel dijo que es imposible una revolución latinoamericana sin el pensamiento cristiano. El Papa Francisco, al referirse la justicia social, ha llamado a volver al catecismo, a los diez mandamientos, a la bienaventuranza…
Bueno decir al pié de las esencias de la cuestión, no quiere decir que vuelva al dogma, que ya lo vemos en todas sus manifestaciones. Yo prefiero no hablar aquí de la cuestión dogmática o teológica, sino de lo que representa para Cuba su visita. Yo creo que él retoma la vocación patriótica de los padres de este continente. Cuando usted recorre este continente usted dice: el padre Hidalgo en México, el padre Matamoros en México, el padre Morelos. Viene a Cuba y dice: el padre Varela. Ve al padre Muñecas en Bolivia. Esos son mentores, esos son los que abrazaron las causas populares y arrebataron la empuñadura de la espada de los conquistadores y la pusieron en función de las masas sufridas de este continente. Por eso la importancia de la visita del Papa Francisco a Bolivia que fue trascendental. Corriendo un gran riesgo para él, por su salud, subió hasta el alto y habló en Bolivia, y allí reconoció y vio la obra grande que ha realizado el presidente Evo Morales. Hay que verlo en Ecuador, su abrazo con Rafael Correa. Hay que verlo en el Vaticano, recibiendo a Raúl, y vamos a verlo en Cuba abrazando a todos los cubanos. A mí me parece que esto es muy importante y seguramente verá a Fidel también, porque él lo ha manifestado, eso es público, no es que yo lo estoy revelando.

Iglesia del Sagrado Corazón, conocida como iglesia de Reina
En cuanto a la restauración de la Iglesia de Reina, ¿qué puede decirnos? ¿Se espera que el Papa vaya…..?
Bueno el Papa tiene que ir, porque él visita en todos los lugares que va la casa de sus hermanos, la casa de la Compañía y ese es el epicentro de la vida de la Compañía de Jesús en Cuba. Es una iglesia levantada a principios del siglo XX, muy difícil de restaurar, porque requiere recursos cuantiosos. Gracias a la oficina del historiador esa torre no fue demolida, porque estaba sentenciada a muerte, y en los momentos más difíciles nos empeñamos por orden de Fidel para salvar la torre de la iglesia.
Como también por indicaciones de Fidel y de Raúl restauramos la capilla, las puertas y las esculturas del antiguo colegio de Belén, donde estudió Fidel y otros compañeros, y aquí en La Habana Vieja la restauración del colegio fundacional donde estudiaron Carlos Rafael Rodríguez, Carlos J. Finlay y tantos notables cubanos. Quiere decir que no cabe la menor duda que el Papa visitará la Iglesia de Reina, una iglesia que debe ser restaurada. Será un empeño de la Iglesia con el apoyo del estado, en su momento. Ahora hemos contribuido a sostenerla en vilo prácticamente, dado que la construcción no es de piedra, sino de cemento armado. Es una fantasía de una catedral gótica, muy bella, eso sí es verdad, con unos vitrales maravillosos en su interior, pero que para su restauración se requieren, solamente en andamios para poder llegar al pináculo… Bueno miren lo que significó recolocar la cruz en el pináculo. Yo me recuerdo que la cruz estaba caída. Era como un péndulo que amenazaba con caer y destruir el techo de la iglesia y matar a muchas personas. Con un helicóptero no se podía levantar porque no soportaba el peso en hierro fundido de la cruz y tuvieron que subir alpinistas nuestros. Hay todo un trabajo fotográfico del momento que están esos hombres corriendo un riesgo gigantesco con artilugios casi romanos levantando la cruz de la iglesia.

Catedral de La Habana
Y en cuanto a la arquitectura religiosa de La Habana. De las alrededor de 600 iglesias católicas que hay en Cuba, se sabe que las más significativas están en La Habana, ¿qué puede decirnos de su estado? ¿Cómo las encontrará el Papa?
La más significativa de todas es la Catedral de La Habana, por ser la cátedra del Arzobispo y del Cardenal Arzobispo de La Habana. Está siendo restaurada, toda la parte externa la ha restaurado la Oficina del Historiador. Hemos restaurado el altar de la Catedral y la fachada del seminario de San Carlos y San Ambrosio, hoy centro Félix Varela. Hay otras tantas que han sido restauradas con el empeño de los propios sacerdotes, como la más antigua, la del Espíritu Santo. Con nuestro apoyo la Iglesia del Ángel, con nuestro apoyo la Capilla del cementerio.
Pero el Cardenal Jaime Ortega ha sido un constructor y un batallador por la restauración. Por ejemplo, el antiguo convento de las monjas de Santa Catalina en la calle G, que hoy es la casa sacerdotal. Nosotros hemos contribuido a la restauración del convento de las Carmelitas descalzas y de su iglesia en la calle 13. El padre Uñas, que es un sacerdote ilustre, contribuyó para la restauración de la Iglesia de San Juan de Letrán, en el Vedado, obra realizada por la Oficina del Historiador de La Habana, pero por el empeño del padre Uñas, con el financiamiento que el padre Uñas solucionó. Monseñor Carlos Manuel de Céspedes restauró la Iglesia de San Agustín. Todas las iglesias de Camagüey y de Santa Clara están restauradas. Usted va a Pinar del Río y da gusto ver las iglesias restauradas por doquier. Hay muchas q están pendiente de restauración. La iglesia ha corrido justamente la misma suerte que nuestro pueblo, que nuestras viviendas en estos años tan difíciles. Pero como centro de la evangelización va hacia delante. El Papa Francisco dijo una cosa muy importante el otro día: la evangelización no es proselitismo, la evangelización es otra cosa
¿Qué puede decirnos de la filiación católica del cubano? Cree usted que somos mayoritariamente católicos?
Yo no lo creo.Yo creo que el cubano tiene una religiosidad singular en la cual la religión católica desempeña un papel raigal porque fue la primera, la que llegó con la conquista, la que realizó la evangelización del pueblo cubano y de los indígenas cubanos en medio de aquellas circunstancias terribles y posteriormente en la colonia, en medio de la esclavitud y del sufrimiento político de una gran parte de los criollos, la Iglesia tuvo un papel muy importante. Pero hoy en día el país es pluriconfecional. Ayer hubo un acto en la plaza de San Francisco, convocado por la comunidad de San Egidio, en el cual el Nuncio Apostólico leyó un llamamiento del Papa a la paz y a la lucha contra la guerra, y allí estaban los musulmanes, los judíos, los budistas, los protestantes de todas las denominaciones. Yo personalmente tuve el placer de abrazar a la directora de la Comunidad Hebrea de Cuba, a los distintos presbíteros y pastores de la Iglesia Protestante. Todo el mundo estaba reunido.
Este es un país donde lo que queremos es la concordia entre todos los cubanos, tengan o no fe religiosa. Ahora bien, eso puede hacerse gracias a que en el país reina la concordia. No hay choque, hay abrazo, después de haber recorrido el largo camino que suelen recorrer las revoluciones y el largo camino de necesarias contradicciones que no fueron con la religiosidad en principio, sino que fueron un choque de clases; de los pobres con la clase dominante. Y posteriormente a lo largo de todo ese proceso aparecen siempre cristianos que van marcando el rumbo y van señalando posibilidades, etc.
Personalmente nunca me he avergonzado del evangelio. Yo soy cristiano. No le puedo decir que soy un católico, aunque mi formación es católica romana y jesuítica. Pero la vida me llevó a una visión más amplia, más ecuménica, y cuando ingresé como miembro del Partido Comunista de Cuba, aceptando su programa, fue porque era el partido de Fidel. Y el partido de Fidel fue capaz de abrirse hacia todos los que tenían ese sentimiento que comparten con otros cristianos que no fueron al seno del partido. Pongo el ejemplo excepcional de una persona venerable para mí que fue Cintio Vitier.
¿Qué papel tuvieron los jesuitas dentro del catolicismo…?
Es un papel de formación. La compañía se crea contra la Reforma. Debían enfrentar la Reforma con el arte, con la cultura, con la predicación, con la teología. Esa fue su vocación. Pero lógicamente en esa lucha acerada se requería formación excepcional. De ahí que los jesuitas estudian 18 años, escogen los talentos, no niegan la personalidad, sino que la acentúan. Si usted en la compañía tiene vocación para ser astrónomo, lo será. Si quiere ser arqueólogo será como Pierre Teilhard de Chardin, uno de los más grandes arqueólogos modernos, y jesuita. Si usted quiere ser un médico lo será. La compañía no admite la mediocridad. Y el Papa Francisco es quizá el signo de la lucha contra la mediocridad, contra la resignación con las costumbres, contra la convivencia con lo absurdo. Él se enfrenta a eso todos los días y no es fácil. Porque la Iglesia a lo largo de 2000 años arrastra cosas que fueron circunstanciales en su historia, buenas y malas, como institución terrenal.
Los santos cuando aparecen en la historia a través del tiempo van marcando caminos nuevos. Santa Teresa de quien se cumple ahora su quinto centenario, marcó el camino de la reivindicación del papel de la mujer dentro de la Iglesia. San Francisco marcó el de la pobreza frente al lujo bochornoso de la institución eclesial. Marcó también el sendero de la paz frente al sendero de la guerra. Don Bosco señaló el camino de la Iglesia hacia la clase trabajadora, hacia los niños pobres, hacia las periferias de las ciudades industriales. Arnulfo Romero marcó el camino de la lucha por los pobres a través del camino de la lucha por la liberación. Ese fue el camino del padre Camilo Torres, del padre Varela en su momento. Esa es la verdad. Por ahí andan las cosas.
Tomado de RadioReloj