Leticia Martínez – Cubahora.- La foto sigue allí. La puso el día que se fue, cuando con más alegrías que zozobras el hijo con una inmensa mochila a la espalda se volteó para decirle adiós, el más largo adiós. Aún le parece escuchar aquel “vieja, no te preocupes, nos vemos pronto”. Aún le parece verlo hacer chistes con sus amigos, mientras caminaba por el sendero donde lo vio mataperrear toda la vida.
Ver la entrada original 2.281 palabras más